Las pulgas son insectos del orden Siphonaptera. Se les conoce como parásitos externos de animales de sangre caliente, que viven de la sangre de los mamíferos y las aves. Se arrastran sobre ellos, y su forma aplanada en los lados les permite moverse a través del pelaje o las plumas de su anfitrión, además de contar con unas fuertes garras para evitar ser desalojadas. Son insectos sin alas, con piezas bucales adaptadas para perforar la piel y chupar la sangre y patas traseras adaptadas para saltar.
Hay más de 2,500 especies de pulgas en todo el mundo, muchas de las cuales están poco estudiadas. Alrededor del 94% de las especies están asociadas con hospedadores mamíferos, y solo alrededor del 3% pueden considerarse parásitos específicos de las aves, aunque se cree que son una evolución de especies originales de pulgas de mamíferos. Las categorías más comunes de pulgas son: las pulgas de gato, las pulgas de ave y las pulgas de perro. Las pulgas exclusivamente humanas son extremadamente raras, aunque los humanos pueden infestarse con las pulgas de gato o perro.
Descripción y distribución de las pulgas
Las pulgas adultas son pequeños insectos que apenas miden entre 1,5 y 3,3 mm. Tienen cuerpos aplanados, que les permiten moverse fácilmente a través de los pelos/plumas, o bajo de la ropa de sus anfitriones, y que pueden soportar una gran presión: una adaptación destinada a permitir la supervivencia contra el rascado por parte del huésped. Tienen partes bucales que están diseñadas para perforar la piel y extraer la sangre, pero no tienen ojos compuestos, generalmente característicos de los insectos; en cambio, tienen manchas oculares simples con una sola lente biconvexa o, en el caso de algunas especies, no tienen ojos en absoluto.
Las pulgas tienen patas largas que están diseñadas para saltar y que terminan en garras fuertes destinadas a agarrar al huésped. Una pulga puede saltar verticalmente hasta 18 cm y horizontalmente hasta 33 cm, lo que significa que puede saltar hasta 50 veces la longitud de su propio cuerpo, una hazaña que es superada solo por las chicharras. Para ayudar a comprender esto: si los humanos pudieran saltar tanto como las pulgas, una persona de 1,8 m podría saltar 90 m de largo y 49 m de alto. La investigación sugiere que las pulgas son capaces de hacer esto no por medio de la potencia muscular, sino por la liberación, de una sola vez, de una proteína llamada resilina. No tienen alas, pero sin embargo son muy ágiles. La coloración es generalmente de color marrón roji*zo, pero es posible encontrar pulgas de color amarillo claro, negro amarillento, negro marrón o negro azabache, según la especie.
Cada especie de pulgas es más o menos un especialista de su huésped, no alimentándose nunca o reproduciéndose en otros huéspedes. Ceratophyllus gallinae, por ejemplo, afecta a aves de corral y aves silvestres. Además, algunas familias de pulgas son exclusivas de un solo grupo de anfitriones. Por ejemplo, la familia Malacopsyllidae solo se puede encontrar en especies de armadillos. Ischnopsyllidae, solo en especies de murciélagos. Chimaeropsyllidae solo en las musarañas elefante. Sin embargo, algunas especies de pulgas infestarán fácilmente a diferentes hospedadores si surge la oportunidad. Curiosamente, se ha descubierto que las pulgas aviares que explotan a más de un huésped en realidad eligen especies basándose en el hecho de que tienen sistemas inmunológicos bajos o pasan por un momento de debilidad.
Un gran número de especies y géneros endémicos se distribuyen en las subregiones zoogeográficas de Asia oriental, Asia central, América occidental, Patagónica, Papua-Nueva Guinea y África oriental. Es muy probable que las estribaciones forestales con clima templado y subtropical presenten las condiciones más favorables para las pulgas.
Si estás lidiando con una infestación de pulgas en interior, es importante tener en cuenta que las pulgas no sólo infestarán a tus mascotas, sino que, si las condiciones son lo suficientemente favorables como para hacer que la población crezca de manera exponencial en un corto período de tiempo, pueden extenderse fácilmente a ti y a tus familiares, así como a tus alfombras, ropa de cama, pudiendo incluso llegar a infestar tu jardín. Es importante también recordar que no es necesario tener una mascota para contraer pulgas; los humanos a menudo se infestan simplemente por estar en un ambiente infestado de pulgas, ya que se estima que alrededor del 95% de los huevos, larvas y pupas viven en el ambiente, en lugar de en un huésped real.
Cría y alimentación
Las pulgas pasan por 4 etapas de desarrollo: huevo, larva, pupa y adulto. Algunas especies de pulgas se reproducen durante todo el año, mientras que otras se sincronizarán con factores externos, como los ciclos de vida de los huéspedes o las condiciones ambientales y climáticas. En un momento dado, una población de pulgas consiste en aproximadamente 50% de huevos, 35% de larvas, 10% de pupas y solo 5% de adultos.
Los huevos son pequeños, blancos y de forma ovalada. Dependiendo de la especie, se depositarán sobre el pelo/pluma del propio huésped (en cuyo caso pueden caerse fácilmente) o en la piel de éste, bajo la capa superficial de pelo o pluma. El tiempo de eclosión también varía según la especie, yendo desde sólo 2 días hasta 2 semanas. El número total de huevos en un solo lote depende de la especie, pudiendo poner desde 2 huevos hasta varias docenas. El número total de huevos depositados por una sola hembra en su vida puede variar desde alrededor de 100 hasta varios miles.
Las larvas son pequeñas y pálidas, con cerdas que cubren cuerpos con forma de gusano. No tienen ojos, y sus piezas bucales están adaptadas para masticar. Tan pronto como hayan salido de los huevos, las larvas comenzarán a alimentarse de cualquier material orgánico disponible, como heces, insectos muertos y materia vegetal.
Las larvas que han tenido acceso a una cantidad suficiente de alimento se puparán después de 3 mudas, tejiendo capullos de seda. Dentro de estos capullos, mudarán una última vez y experimentarán una metamorfosis a la edad adulta. Al igual que con el resto de su desarrollo, el período de tiempo exacto depende de la especie y las condiciones ambientales a las que están expuestas las pupas. Por lo tanto, la transición a la forma adulta puede ocurrir en solo 4 días o en muchos más, ya que también se sabe que las pupas tienen la capacidad de demorar la metamorfosis final hasta que se presente una oportunidad adecuada. Los signos de tal oportunidad, que también pueden llamarse desencadenantes, incluyen: vibraciones, calor o niveles elevados de dióxido de carbono, todos los cuales indican la presencia de un huésped. Los adultos completamente desarrollados pueden vivir hasta varios meses sin comer, siempre y cuando no hayan salido del capullo.
Una vez que emerge el adulto, su objetivo principal es encontrar sangre. Esto se debe a que, en la mayoría de las especies, tanto los machos como las hembras necesitan alimentarse de sangre antes de poder reproducirse, siendo la primera comida de sangre aquella que desencadena la disolución del tapón testicular en los machos y la maduración de los ovarios en las hembras. Después de su primera comida, la cópula llega en poco tiempo.
La vida útil general de una pulga adulta es de 2 meses. En un ambiente ideal, con una temperatura ideal de 21 a 30 grados centígrados, y alrededor de un 70% de humedad, además de un suministro de alimentos adecuado, se sabe que las pulgas adultas viven hasta un año y medio. Sin embargo, sin un anfitrión para proporcionar una comida de sangre, su esperanza de vida puede ser tan corta como un par de días.
Como se mencionó anteriormente, las pulgas son parásitos externos que se alimentan de la sangre que extraen de sus huéspedes. Esto incluye una variedad de animales de sangre caliente, como aves, gatos, perros, hurones, ratones, ratas, ardillas y humanos. Las larvas se alimentan de una variedad de materia orgánica, las más importantes son las heces de las pulgas maduras, que contienen sangre seca. En general, la especificidad del hospedador disminuye a medida que el tamaño de la especie hospedadora disminuye. Otro factor son las oportunidades disponibles para que la pulga cambie las especies hospedadoras; esta posibilidad es menor en las pulgas de aves que anidan en colonias, donde la pulga nunca puede encontrarse con otra especie. Un huésped grande y de larga vida proporciona un entorno estable que favorece a los parásitos específicos del huésped.
Las plagas de pulga
También se sabe que las pulgas son los agentes responsables de transportar y transferir la peste bubónica de ratas a personas, que en última instancia fue responsable de la muerte de casi la mitad de la población de Europa durante la Edad Media. Son devoradores obligatorios de sangre que parasitan a los vertebrados de sangre caliente.
Las pulgas son una molestia para todas las especies que explotan, principalmente porque causan una sensación de picazón que empeora a medida que el huésped intenta eliminarlas al rascarse, morderse o picotearse. A veces, la piel alrededor de cada mordedura también puede doler o picar, llegando incluso a desarrollar una erupción. Sin embargo, las pulgas son mucho más peligrosas que eso. Si bien es cierto que, generalmente, la picadura de una pulga causará que se forme un punto pequeño e inflamado (que tiene un orificio de punción en el medio, semejante a la picadura de un mosquito), con el tiempo, este “síntoma” empeora, ya que la mayoría de las especies desarrollan una Enfermedad de la piel eccematosa, llamada dermatitis alérgica por pulgas. Las mordeduras se formarán en grupos/líneas y permanecerán con picazón e inflamación durante varias semanas. El rascarse, morder o picotear con frecuencia provocará la pérdida de cabello o plumas. En casos extremos, una infestación de pulgas puede llevar a la anemia.
Además, las pulgas también son portadoras de muchas otras enfermedades virales y bacterianas, entre las que se encuentran el tifus murino (endémico), el tifus de la pulga de gato, la mixomatosis o la tungiasis. La pulga de gato, que se reproduce tanto en perros como en gatos, es portadora de Yersinia pestis, la bacteria que causa la peste bubónica.
Contraer la mayoría de estas enfermedades a través de las pulgas es, por lo general, particularmente difícil cuando se trata de humanos, pero desafortunadamente no es el caso de las mascotas, lo cual presenta una razón de peso por la que es tan importante llevarlas al veterinario y recibir tratamiento tan pronto como sea posible.
Las pulgas pueden causar problemas tales como:
anemia en mascotas jóvenes, mayores o enfermas;
transmisión de tenias a las mascotas;
transmisión de enfermedades a los gatos;
erupciones a aquellas especies (personas incluidas) que son alérgicas.
Las pulgas tienen un impacto económico significativo, facturándose sólo en los Estados Unidos, aproximadamente dos mil ochocientos millones de dólares anualmente en facturas veterinarias relacionadas con las pulgas y otros mil seiscientos millones de dólares al año para el tratamiento de pulgas a través de los peluqueros de mascotas. Cuatro mil millones de dólares se gastan anualmente para el tratamiento de pulgas con receta y trescientos cuarenta y ocho millones para el control de plagas de pulgas. El mejor método de prevención es mantener un hogar limpio, especialmente cuando hay una mascota presente. Lavar la ropa de cama de la mascota y pasar la aspiradora con frecuencia son buenas prácticas para controlar la población de pulgas en tu casa. Ya sea que desees utilizar medidas naturales o químicas contra las pulgas, puedes consultar una descripción más detallada de cómo ‘’Prevenir una plaga de pulgas’’ en tu casa y también de ‘’Cómo eliminar las pulgas’’ en nuestros artículos relacionados.
