Estrategias para el control de las pulgas
Con el aumento de las temperaturas, también aumentan las poblaciones de pulgas. En todo el mundo, existen aproximadamente 2,500 especies diferentes de pulgas que se alimentan de la sangre. Compartimos algunas estrategias para controlarlas en hogares u otros establecimientos.
Históricamente, las pulgas fueron causantes de devastadoras epidemias de peste en todo el mundo. Hoy han cambiado mucho los tiempos desde que las pulgas de la rata (Xenopsylla cheopis) fueron responsables de propagar entre humanos la peste bubónica, actuando como vector del bacilo de la terrible enfermedad y causando graves epidemias, como la Peste Negra en Europa y Asia en los siglos XIV a XVII. Actualmente, las pulgas no son, generalmente, responsables de la transmisión de enfermedades.
Se estima que hay 2500 especies de pulgas en el mundo. Más del 94 % están asociadas con mamíferos y casi el 6 % con aves. Existen cientos de especies de pulgas, entre ellas la pulga de la rata de alcantarilla (Nosopsyllus fasciatus), la pulga de la rata negra (Xenopsylla cheopis), la pulga común que parasita al ser humano (Pulex irritans), la del perro (Ctenocephalides canis) o la del gato (Ctenocephalides felis). Aunque tienen ciertas preferencias de huésped, ya sean ratas, perros o humanos, no tienen ningún problema en alimentarse de otros mamíferos, o incluso aves, si el hospedador habitual no está a su alcance.
Las pulgas son ectoparásitos con una morfología única y es muy poco probable que sean confundidas con otros artrópodos. Son un grupo monofilético que tiene cierta relación con los insectos mecopteroides de las órdenes Mecóptera y Díptera. Son insectos que pertenecen al orden Siphonaptera, poseen metamorfosis completa y son individuos exclusivamente hematófa*gos en la etapa adulta y actúan como vectores para la transmisión de enfermedades.
Las pulgas adultas son insectos hematófa*gos sin alas, con el cuerpo aplanado lateralmente y provisto de numerosas espinas y cerdas que se proyectan hacia atrás, lo que les permite facilidad de movimiento a través del tegumento de sus hospedadores, miden entre 1 y 4 mm de largo. La condición áptera parece ser una adaptación secundaria al parasitismo obligado de los adultos y la evidencia de que una proteína elástica junto con un arco pleural adaptado de las estructuras para el vuelo fortalece a las patas saltadoras. El par de patas posteriores está extraordinariamente adaptado para saltar.
No obstante, de ser esta parasitosis un problema cotidiano y de gran importancia, el control y erradicación de las pulgas resulta difícil, ya que para romper el ciclo de vida se requiere tratar tanto el animal como el ambiente contaminado. Seleccionar el ingrediente activo y la formulación adecuada para cada caso, es fundamental, considerando las ventajas y desventajas de cada uno de estos.
Ciclo de las pulgas
Una infestación típica de pulgas suele componerse de un 5% de adultos, 35% de larvas, 10% de pupas y un 50% de huevos. Después de cada ingesta de sangre, una hembra pone entre cuatro y ocho huevos, y a lo largo de su vida, que puede durar hasta dos años, es capaz de producir entre 800 y 1000 huevos.
Conozca su ciclo de vida: https://www.glebaambiental.com/eliminando-pulgas
¿Cómo identificarlas y controlarlas?
Lo primero que se debe realizar es examinar la situación para encontrar el foco de la infestación e identificar la especie de pulga que está causando el problema. Para ello, puede ayudar el uso de puntos de monitoreo de insectos. En el caso de que el hospedador primario sea un animal, es importante identificar las zonas frecuentadas por este, ya que probablemente ahí se encuentre el origen de la infestación. En infestaciones severas, no basta con la sola desparasitación de tu mascota, debemos acompañar los tratamientos antiparasitarios con la desinfección general del espacio donde habita.
Es importante tener en cuenta el ciclo de vida completo de la pulga (huevo, larva, pupa y adulto) porque el tratamiento de control debe contemplar principios activos eficientes en todos los estadios del desarrollo de la plaga.
Es una práctica recomendada hacer un tratamiento contra pulgas, luego de la identificación y eliminación de las plagas hospedantes. Tratando con insecticidas las facilidades donde se crían los huéspedes, en las muchas variantes que hay de cómo aplicarlos, es una forma de control efectiva. Hay productos comerciales disponibles como los organofosforados y piretroides.
Los reguladores de crecimiento son una de las herramientas que se utilizan para controlar pulgas debido a su baja toxicidad a los mamíferos. Aun en concentraciones muy bajas, estos químicos interfieren con el desarrollo de la pulga y eventualmente proveen un control efectivo. El lufenurón pertenece a este grupo, siendo un derivado de las benzoilfenil ureas, y actúa inhibiendo la polimerización de las cadenas de quitina, componente primordial en el desarrollo de las pulgas y otros insectos. De tal forma que el lufenurón es un agente netamente ovicida que no posee actividad adulticida.
MAGGOT® es un insecticida con lufenurón como ingrediente activo en presentación concentrado emulsionable. Es un insecticida de alta especificidad para control de estadios juveniles (larvas, ninfas, etc.) de insectos. Por sus características físico-químicas, puede penetrar principalmente por vía oral y, ocasionalmente, por vía dérmica. Provoca la interrupción del crecimiento al inhibir la síntesis de quitina, por acción sobre la enzima quitina sintetasa. Sobre los adultos, ejerce su efecto sobre los órganos reproductores, disminuyendo la fecundidad en las hembras. Sobre las larvas, reduce la alimentación y evita que la vieja larva se desprenda de la cutícula al momento de la muda.
El lufenurón demostró eficacia para el control de pulgas en perros y gatos por medio de su acción ovicida, el tiempo que tarda en manifestarse su efecto es largo, por lo que se debe usar en conjunto con un producto adulticida cuando se requiera de la eliminación rápida de los adultos. La pulga adulta puede sobrevivir en el hospedador hasta 100 días si no es removido por el rascado.
El pirimifos metil es un insecticida adulticida organofosforado ampliamente utilizado para la protección de plagas, tanto en hogares y establecimientos, como en producciones agro alimenticias. Es un insecticida organofosforado con acción tanto de contacto como fumigante de amplio espectro y acción rápida. Su modo de acción es de contacto, respiratorio y translaminar, siendo un inhibidor de la colinesterasa. Posee demostrada eficiencia en el control de un amplio espectro de plagas de insectos, incluyendo hormigas, pulgones, escarabajos, orugas, cucarachas, pulgas, moscas, ácaros, mosquitos, polillas y trips. Brinda un control residual en superficies inertes como madera, alfombras, arpillera y mampostería.
Existen formulaciones más efectivas que contienen ambos, un ingrediente activo que mata las pulgas adultas (por ejemplo, pirimifos meti o deltametrinal) y un regulador de crecimiento insecto (ej. lufenurón) que es necesario para evitar el desarrollo de los huevos, los estadios larvales y las pupas.
PULEX® posee una combinación de ingredientes activos que garantiza excelente efecto insecticida con alta residualidad. Actúa sobre distintos estadios, controlando eficazmente estadios juveniles (huevos/larvas) y adultos. Pirimifos metil, pertenece a la familia de los organofosforados y ejerce su acción inhibiendo la acetilcolinesterasa. Lufenuron, es una benzoilurea que regula el crecimiento (IGR) de los insectos inhibiendo la síntesis de quitina en estadios larvales. PULEX® actúa directamente por contacto e ingestión. La formulación es de bajo olor, no mancha y no irrita. Su uso está indicado para programas estratégicos de mezcla y/o rotación con insecticidas piretroides.
Una vez que el tratamiento se ha concluido, es predecible que se avisten pulgas, que eclosionan de huevos o emergen de las pupas, por lo que la eliminación total no se debe esperar, por lo menos hasta pasados diez días. Es recomendable repetir la aplicación del residual a los 10 días.
Tomá el control de las plagas con
