Más de 800 kilómetros componen la Ruta de la Plata, el histórico camino que cruza España desde Gijón a hasta Sevilla. Su nombre proviene del árabe Al-Balat, camino empedrado, y existe desde que la Hispania romana construyera una calzada que enlazaba Mérida (Augusta Emerita) con Astorga (Asturica Augusta) para transportar mercancías y facilitar el movimiento de los pastores, comerciantes y las tropas militares.
La Ruta 66 española, un road trip para cruzar el oeste del país
La ruta se amplió el pasado siglo con la carretera N-630 y la autovía A-66 y el viaje por carretera de Gijón a Sevilla tiene ahora una longitud de 810 kilómetros. En él descubrirás la historia de España, conduciendo incluso en ocasiones en paralelo a los restos de la antigua calzada romana.
- Gijón, una ciudad que vive mirando al mar
- León, lo mejor del patrimonio y la gastronomía
- Salamanca, entre universitarios y monumentos emblemáticos
- Cáceres, un encanto medieval de princesas y señores
- Sevilla, un crisol de culturas: romanos, musulmanes, cristianos y judíos
Duración de la Ruta de la Plata: entre 6 y 8 días
El punto de partida de esta ruta en coche es Gijón. El aeropuerto de Asturias está ubicado a unos 40 km de la ciudad y cuenta con conexiones con las principales ciudades españolas. En la zona de llegadas de la terminal encontrarás nuestra oficina, por lo que podrás recoger tu coche de alquiler nada más aterrizar y comenzar inmediatamente a recorrer la Ruta de la Plata. En el aeropuerto de Sevilla, en donde termina el recorrido en coche, podrás devolver tu coche de alquiler y coger un vuelo de regreso a casa.
Qué debes considerar en tu viaje de Gijón a Sevilla
Cualquier época del año es buena para hacer la Ruta de la Plata, pero lo mejor es hacerla en primavera, pues podrás aprovechar las buenas temperaturas para recorrer las ciudades de este viaje por carretera de Gijón a Sevilla y disfrutar de los paisajes naturales en todo su esplendor. Aun así, se trata de una época del año en la que puede llover y las temperaturas suelen bajar por la noche, por lo que te recomendamos llevar contigo ropa de abrigo y todo lo necesario para protegerte de agua.
Qué esperar de tu road trip por la Ruta de la Plata
Lo más importante de la Ruta de la Plata no es el destino, sino disfrutar del viaje, en el que descubrirás lo mejor del paisaje de España, desde el verde asturiano hasta la zona más árida castellana, sin olvidarse de los cultivos y huertos de Extremadura y Andalucía. Además, en el recorrido conocerás algunas de las ciudades con más historia de España, muchas de ellas erigidas con la herencia de los diferentes pueblos que habitaron en la península ibérica a lo largo de los siglos.
Tras comenzar tu viaje por carretera en Gijón, pararás en localidades como León, Salamanca, Cáceres o Zamora, para llegar finalmente al destino: Sevilla. Todo sin olvidarse de lugares con encanto que descubrirás por el camino, como Morcín, enclavado en un valle asturiano rodeado de boscosas laderas; Jerez de los Caballeros, en donde podrás intuir la presencia romana y de la Orden del Temple, o el monumento natural de Los Barruecos, con sus sorprendentes estructuras de granito.
Se trata de un viaje para disfrutar en familia, porque los más pequeños de la casa quedarán encantados descubriendo todo lo que la ruta tiene por descubrir. Te recomendamos hacerlo con un coche grande, como un SUV o un familiar, para acomodar a toda la familia y tener espacio para llevar el equipaje de todos.
El viaje por carretera de Gijón a Sevilla transcurre por la autovía A-66, en la que deberás pagar peaje en el tramo de Campomanes a León. Si lo prefieres, podrás hacer esta parte por la carretera nacional N-630, cruzando la cordillera Cantábrica a través del Puerto de Pajares, si bien esta opción es más lenta, pues es habitual que el tráfico sea denso, y se puede complicar en invierno. Debes recordar que el límite de velocidad en las autovías es de 120 km/h y en carretera va de los 50 a los 90 km/h, según la vía y si discurre o no por poblado.
Gijón
Situada a orillas del mar Cantábrico, Gijón es una ciudad fundada en la época romana que vive mirando al mar. Es un entorno verde único que puede presumir de tener una de las mejores playas urbanas de España. En el antiguo barrio de pescadores de Cimadevilla parece que el tiempo se ha detenido en el pasado y podrás disfrutar de un paseo viendo puntos de interés como la estatua de Don Pelayo, el Ayuntamiento o la Plaza Mayor.
Tras un paseo por Cimadevilla, en Gijón podrás disfrutar de todo lo que esta ciudad tiene que ofrecer, como el parque del Cerro y la batería de Santa Catalina, un antiguo complejo militar del siglo XVII, la escultura de Eduardo Chillida conocida como el Elogio del Horizonte, o el palacio de Revillagigedo. Además, no te puedes marchar sin disfrutar de alguna de sus tres playas urbanas.
La mejor zona para alojarse en Gijón es el barrio de Cimadevilla, pues hay opciones para todos los bolsillos y dispondrás de todos los servicios muy cerca de tu alojamiento. Por allí encontrarás además algunas de las mejores propuestas gastronómicas de la ciudad, como la Sidrería La Galana, en los que disfrutar de una buena fabada asturiana, unos escalopines al cabrales o una típica caldereta gijonesa.
¿Sabías que en Gijón puedes visitar el estadio de fútbol más antiguo de España? El Municipal del Molinón, el campo del Real Sporting de Gijón se inauguró en 1908, aunque los primeros partidos se disputaron en 1915. Además, en él se celebró la final de la Copa del Rey de 1920 y fue una de las sedes de la Copa Mundial de 1982.
Distancia al siguiente destino
150 km
Tras visitar Gijón llega el momento de comenzar el viaje hacia León. Son unos 150 km que empiezan atravesando algunos de los pueblos más pintorescos de Asturias, como Mieres o Langreo. Desde Campomanes la ruta transcurre por uno de los tramos de carretera más bonitos de España, la conocida como autopista del Huerna. Discurre entre lagos y montañas y entra en la provincia de León a través de la comarca del Páramo.
León
Si hay algo que destaca en la ciudad de León eso es, sin duda, su majestuosa catedral, una de las más bonitas de España. Pero en León también podrás descubrir otros puntos de interés, como las murallas romanas y medievales, la Plaza Mayor o Casa Botines, un edificio de estilo modernista diseñado por el arquitecto Antonio Gaudí.
Sin embargo, León es mucho más que eso y debes perderte por las calles de su centro histórico para descubrir todos los rincones que tiene por conocer. Herencia de su gran pasado católico podrás descubrir edificios religiosos como la basílica de San Isidoro de León o la iglesia y convento de San Marcos de León; pintorescas plazas como la del Grano, una de las más bonitas de la ciudad, o museos como el de Arte Contemporáneo (MUSAC) o el Museo de León.
Dentro de la visita a León, ir de tapas por el barrio Húmedo o el Romántico es una experiencia en sí misma, pues si hay algo típico en la ciudad es descubrir los bares disfrutando de las tapas que ponen con cada consumición. Morcilla, croquetas, cecina o patatas con salsas son algunas de las más típicas, pero también disfrutarás con elaboraciones de su gastronomía como el cocido Maragato o la sopa castellana en locales como la Tabierna Los Cazurros. No te puedes perder las croquetas especiales del bar Rebote.
Como la mayoría de las obras religiosas, la catedral de León esconde secretos y leyendas. Una de las más sorprendentes es la del topo gigante que se puede ver sobre la Puerta de San Juan. Cuenta la leyenda que, a principios del siglo XIII, el animal minaba los cimientos de las obras que se estaban realizando para construir la edificación y que los vecinos decidieron acabar con él y colgarlo en el lugar en el que aún se encuentra hoy.
Distancia al siguiente destino
150 km
Continuamos nuestro viaje por la ruta de la Plata por la A-66 camino de nuestra siguiente parada, Zamora. Se trata de un tramo de autovía de 150 km que acostumbra a estar poco transitado, por lo que es muy agradable conducir por él. Por el camino podrás conocer lugares como La Bañeza, donde descubrir alguno de sus múltiples museos, como el de las Alhajas o el de la Alubia, o Benavente, en donde se encuentra el campamento romano de Petavonium en Rosino de Vidriales.
Zamora
Zamora todavía conserva los aires señoriales del pasado y en un paseo por su casco antiguo es posible descubrir sus palacios blasonados que recuerdan la historia de la localidad. Esta ciudad castellana mantiene la elegancia de tiempos antiguos que reconocerás en la catedral románica o las iglesias de la Magdalena, Santa María de la Horta, San Cipriano y Santiago del Burgo.
Te recomendamos visitar la ciudad con calma, ya que así podrás descubrir los mosaicos y monumentos de su etapa romana sin prisas, así como dar un paseo a orillas del Duero. El casco antiguo, edificado entre los siglos XI y XIII cuenta con miradores al río que ofrecen unos atardeceres maravillosos en los que disfrutar de la paz del momento.
Aunque la mayoría de la arquitectura histórica zamorana es románica, la ciudad está llena de ejemplos de modernismo, con fachadas, pinturas y otras obras de arte en las que podrás apreciar las diferentes etapas de esta corriente arquitectónica. De especial interés son el portal de la Casa de Fernando Rueda, el Casino, la Casa de Valentín Guerra o la de Félix Galarza.
Distancia al siguiente destino
66 km
El tramo que conecta Zamora con Salamanca es el más corto de toda la Ruta de la Plata, pues tardarás menos de una hora en recorrer los 66 km que separan ambas ciudades. Antes de llegar a Salamanca, realiza un alto en el camino para descubrir el Cubo de la Tierra del Vino, primera localidad zamorana que alcanzan los peregrinos que realizan el Camino a Santiago por la Vía de la Plata, o el manantial de San Joaquín, en Huelmos de San Joaquín.
Salamanca
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Salamanca es una de las ciudades con mayor y mejor conservado legado monumental de Europa. Bulliciosa y joven, en su centro histórico se asienta la universidad más antigua de España y merece la pena dedicar tiempo a descubrir con calma la ciudad y sus principales puntos de interés, como la Plaza Mayor, las catedrales o la Casa de las Conchas.
Además de edificios históricos, Salamanca cuenta también con varios museos que merecen la pena visitar como Casa Lis, donde se encuentra el Museo de Art Déco y Art Nouveau, que es el más visitado de Castilla y León, o el Museo de Salamanca, que ofrece un interesante recorrido por la historia y cultura de la provincia.
Salamanca es tierra de embutidos y en los restaurantes de la ciudad podrás descubrir platos elaborados con las diferentes partes del cerdo y otros muchos basados en casquería. Date una vuelta por los alrededores de la Plaza Mayor para descubrir lugares en los que disfrutar de la gastronomía de la zona en estado puro como el bar La Viga, frecuentado por locales, o algo más moderno, como la versión de platos tradicionales en formato tapa en Tapas 3.0.
Descubre en Salamanca el Huerto de Calixto y Melibea, lugar en el que se cree que se desarrolla la trama de La Celestina, la novela de Fernando de Rojas publicada en 1502. Son más de 2.000 metros cuadrados concebidos a la antigua usanza de los jardines palaciegos, ubicados junto a las catedrales, muy cerca de la desaparecida Puerta de San Pablo.
Distancia al siguiente destino
200 km
Desde Béjar, localidad ubicada a unos 50 minutos de Salamanca, la carretera se vuelve más emocionante, enclavada en una zona con mayor vegetación y con subidas, bajadas y más curvas. Por el camino es recomendable desviarse un poco para conocer Hervás, un curioso pueblo de origen judío ubicado en el valle del Ambroz, y Granadilla, un pueblo abandonado en 1955 tras la construcción del embalse de Gabriel yGalán.
Cáceres
Diferentes pueblos han ido creando la historia de Cáceres a lo largo de los años y, gracias a todas estas influencias, hoy en día es una de las ciudades más emblemáticas de España y su arquitectura denota todas las culturas que han pisado sus calles. Considerada una de las más bonitas del país, la Plaza Mayor de Cáceres es el punto de partida para conocer la ciudad, en la que podrás ver el Ayuntamiento, la Torre de Yerba, el Foro de Balbos, la Torre de Bujaco, la ermita de la Paz, la torre gótica de los Púlpitos y el Arco de la Estrella.
Es precisamente por este último por el que se entra a la zona histórica de Cáceres, donde podrás descubrir la Concatedral de Santa María, el Palacio Episcopal, el Palacio de los Golfines de Abajo o la Iglesia de San Francisco. Curioso es también el barrio de San Antonio, la antigua judería de la ciudad, famoso por sus calles estrechas, casas encaladas y balcones llenos de flores y creado a lo largo del siglo XIV. No te pierdas la ermita de San Antonio, construida sobre una antigua sinagoga judía.
Cáceres cuenta con una cueva, la de Maltravieso, ubicada en el casco urbano de la ciudad. Se cree que fue ocupada por el hombre en diferentes períodos de la Prehistoria, ha sido declarada Monumento Histórico Artístico y se pueden ver varias pinturas paleolíticas en su interior: unas manos, una serie de puntos y motivos trianguliformes.
Distancia al siguiente destino
265 km
Tras visitar Cáceres es hora de poner rumbo a la última parada de la Ruta de la Plata: Sevilla. Se trata del tramo más largo de todo el recorrido, pues 265 km separan ambas ciudades. Si se quiere dividir la etapa en dos días para no conducir tantas horas, lo más recomendable es parar a conocer Mérida y pasar la noche en esta ciudad, epicentro de la Ruta de la Plata original. Una impresionante localidad en la que aún se pueden observar los vestigios de su pasado romano.
Sevilla
Conocida originalmente como Híspalis, la capital andaluza es uno de los emblemas españoles. La Catedral, la Giralda, el Real Alcázar y el Archivo de Indias le han valido ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por lo que no te puedes perder ninguno de estos monumentos. Indispensable es conocer también la plaza de toros Real Maestranza, la Torre del Oro y la impresionante Plaza de España.
En Sevilla también encontramos vestigios de su pasado romano, en emblemáticos edificios como la Casa Pilatos, el Palacio de Lebrija y el de Dueñas, entre otros. Sevilla tiene tanto por conocer que es recomendable quedarse un par de días para descubrirla con calma, paseando por sus calles y conociendo los diferentes barrios que la integran como el de Triana o el de Macarena.
Comer en Sevilla es toda una experiencia gastronómica y en cualquier rincón de la ciudad encontrarás un bar de tapas en el que podrás descubrir los sabores de esta tierra. Disfruta del gazpacho en la Antigua Abacería de San Lorenzo o de uno de los clásicos andaluces, los pescaítos fritos, en la Freiduría Puerta de la Carne, abierta desde 1928. ¿Prefieres unos huevos a la flamenca? No dudes en acercarte hasta Triana y probar unos de los mejores de la ciudad, los del Bar Oliva.
El Metropol Parasol, más conocido como las Setas de la Encarnación, es un monumento modernista que se ha convertido en el mejor mirador de la ciudad. Desde lo alto de esta estructura que ocupa más de una hectárea, a más de 30 metros de altura podrás disfrutar de unas vistas de Sevilla que no te dejarán indiferente. Lo más recomendable es subir al atardecer, para observar la ciudad iluminada contrastando con el cielo azul.
